Los especialistas en podología infantil coinciden en que los zapatos de los niños deben reunir una serie de características para garantizar un desarrollo sano y natural del pie.  A continuación, te detallamos cuál es el calzado recomendado por los podólogos para niños:  1. Puntera ancha y forma natural  La parte delantera del zapato debe ser amplia para permitir que los dedos se abran y se muevan libremente. Esto evita rozaduras y deformaciones como los dedos en garra o los juanetes.  2. Suela fina, flexible y antideslizante  Los niños deben poder sentir el suelo para desarrollar su equilibrio y coordinación. La suela debe doblarse fácilmente con los dedos, sin ser dura ni gruesa. Además, debe ofrecer un buen agarre para evitar resbalones.  3. Sin drop (plana)  La diferencia de altura entre el talón y la punta debe ser nula o mínima. Un zapato plano favorece una postura correcta y una pisada natural.  4. Ligero y transpirable  Los materiales deben ser suaves, ligeros y permitir la transpiración. Los podólogos desaconsejan el uso de materiales sintéticos que retienen el calor y la humedad.  5. Sin refuerzos rígidos ni plantillas anatómicas  Los pies de los niños no necesitan soporte artificial. Un zapato con contrafuertes duros o plantillas con arco marcado puede debilitar la musculatura natural del pie.